Te suena familiar?


De las lecturas de hoy, del primer libro de Reyes, capítulo 21, versos del 1 al 16.

Espera, te resumo:

Nabot tenía una tierra al lado del palacio del rey.

El rey, que se llamaba Ajab, quería la tierra, y le ofreció comprársela.

Nabot se negó porque era una herencia familiar.

El rey se amargó por eso, al punto de que ni quería comer.

Su esposa, Jezabel, le dijo "vamos, come, que yo resuelvo".

Entonces Jezabel consiguió unos tipos que atestiguaron falsamente un crimen capital contra Nabot. La condena era matarlo a pedradas.

Lo mataron.

La esposa regresó a donde Ajab y le dijo "Nabot está muerto. Su tierra está libre. Es tuya". 

Cero amargue.

Tantas reflexiones en una sola lectura.

Pensando en Caín sintiendo envidia por Abel.

Los inocentes que sufren por el capricho de unos pendejos.

La idea que tienen algunas sectas y religiones de que el cristianismo predica "prosperidad en esta tierra para los que cumplen la palabra de Dios".

La convicción de que "el problema del mal" no es algo nuevo para los judeo-cristianos. Job? alguien?

El paralelismo entre Jezabel y el Rey David, cuando mandó a matar a Urías, para poder quedarse con su esposa.

Cuántas veces vemos esto durante el día, en mayor o menor gravedad? 

Cuántas veces hemos sido las victimas?

Cuántas veces hemos sido los caprichosos amargados?

Cuántas veces hemos sido los que engañamos para conseguir lo que queremos? Herimos, mentimos, maltratamos, matamos, con tal de hacer o tener?

Muchas cosas para reflexionar.

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