No Me Peleen a Mi...
Explicando una falacia argumentativa:
- Oye, en futbol NO puedes golpear el balón con la palma de la mano.
- Pero quién ha dicho que es futbol lo que estamos jugando? es Volibol!
- Pues si es volibol, entonces no puedes seguir rodando la pelota a patadas por el suelo.
- Pues claro que sí, tonto. Los GOLES se hacen pateando la pelota hasta entrarla en la portería...
Durante las primeras 24 horas luego de publicarse Fiducia Supplicans, muchas personas argumentaban que los cambios eran sobre lo de bendecir a los individuos, no a las parejas.
Ahora, luego de que han podido leerla y/o escucharla rumiada por múltiples mentes, todos estamos claros que su centro no es la bendición individual, sino los pares. Los que son honestos intelectualmente dicen "ah, pero entonces eso está mal. La doctrina de la Fe no se manipula!"
Y ese es el meollo. Nuestra Fé no bendice el pecado, y no tenemos autoridad para "innovar", aportando a bendiciones alegadamente alternas. Al menos Dios no nos la ha dado.
Por otro lado, están otros que están comprometidos de alguna manera u otra (sienten que están perdiendo en una discusión, o tienen la idea falsa de que nuestros líderes no se pueden equivocar o pecar), y por ende, mueven la portería; cambian el argumento y dicen "son las uniones las que no pueden bendecirse, pero las parejas si", o "no está bien negar una simple bendición".
Esto último es una falacia de muñeco de paja. El mismo Fiducia Supplicans está parcialmente sustentado sobre una. He leído a algunos llevarlo tan lejos hasta decir: "Ahora ni siquiera se puede dar una 'simple bendición' a los gays...".
La "simple bendición". Me ha dolido tanto esa frase...
Veamos: la hostia es una mísera oblea. El vino eucarístico es sumamente barato y pobremente añejado. Jesús nace en un pesebre... Sabes? la masturbación y la pornografía no le hacen daño a nadie (al menos eso pareciera). Fornicar tampoco. Faltar un domingo a misa y quedarme en casa descansando pudiera mas bien parecer razonable. Dejar de orar no impacta en nada la vida de los otros...
En nuestra Fe, el sacrilegio, los pecados, no son definidos por el valor que NOSOTROS les asignamos, sino por cómo Dios nos ha dicho que son las cosas, (para los que siguen la Fe Católica).
Quieres jugar futbol? Bien! Quieres jugar Volibol? Pues tendamos una malla y vamos a eso! Pero dejémosnos de cuentos; hay reglamentos, y no se cambian a medio juego. Es mas, no podemos cambiarlos si quisieramos. Y es que no es el hombre quien pone las reglas, es Dios a tráves de su palabra, que es perfecta y no cambia...
Debo recordarnos estos versículos:
" La Ley de Yahvé es perfecta, restaura el alma. El testimonio de Yahvé es fiel, hace sabio al hombre sencillo. Los preceptos de Yahvé son rectos, alegran el corazón. La enseñanza de Yahvé es clara, ilumina los ojos."
Salmo 19: 7-9.
"...hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del (pleno) conocimiento del Hijo de Dios, al estado de varón perfecto, alcanzando la estatura propia del Cristo total, para que ya no seamos niños fluctuantes y llevados a la deriva por todo viento de doctrina, al antojo de la humana malicia, de la astucia que conduce engañosamente al error, sino que, andando en la verdad por el amor, en todo crezcamos hacia adentro de Aquel que es la cabeza, Cristo.
De Él todo el cuerpo, bien trabado y ligado entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándole en el amor..."
Efesios 4: 13-16
"...y considerad la paciencia de nuestro Señor como salvación, tal como os escribió también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada. Asimismo en todas sus cartas habla en ellas de esto; en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender, que los ignorantes e inestables tuercen—como también tuercen el resto de las Escrituras—para su propia perdición. Por tanto, amados, sabiendo esto de antemano, estad en guardia, no sea que arrastrados por el error de hombres libertinos, caigáis de vuestra firmeza..."
2 Pedro: 15-17
"Sabemos que la ley es buena, si se usa de ella conforme al propósito que tiene. Hay que recordar que ninguna ley se da para quienes hacen lo bueno. La ley tiene en cuenta a los rebeldes y desobedientes, a los malvados y pecadores, a los que no respetan a Dios ni a la religión, a los que matan a su padre o a su madre, a todos los asesinos, a los que cometen inmoralidades sexuales, a los homosexuales, a los traficantes de esclavos, a los mentirosos y a los que juran en falso; es decir, a los que hacen cosas que van en contra de la sana enseñanza."
1 Timoteo 1 :8-10
"Si alguien enseña falsas doctrinas, apartándose de la sana enseñanza de nuestro Señor Jesucristo y de la doctrina que se ciñe a la verdadera religión, es un obstinado que nada entiende. Ese tal padece del afán enfermizo de provocar discusiones inútiles que generan envidias, discordias, insultos, sospechas malvadas..."
1 Timoteo 6: 3-4
"No piensen que he venido a anular la Ley o los Profetas; no he venido a anularlos, sino a darles cumplimiento. Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la Ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido. Todo el que infrinja uno solo de estos mandamientos, por pequeño que sea, y enseñe a otros a hacer lo mismo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos; pero el que los practique y enseñe será considerado grande en el reino de los cielos.
Mateo 5: 17-19
No busco restregar nada en cara de nadie. Si acaso, yo estaría entre los primeros de la fila, con la historia que tengo con la pornografía, con mi divorcio, con la mentira, con la pereza, con la ira, con la envidia... a mi me toca esforzarme por entrar por la Puerta Estrecha. A nuestros pastores y líderes les toca predicar a tiempo y a destiempo, sin cambiar NI UNA TILDE; no agregar, no quitar. Nada debe cambiarse, y menos para acomodarme.
De Fiducia Supplicans:
"...No obstante, el valor de este documento es ofrecer una contribución específica e innovadora al significado pastoral de las bendiciones, que permite ampliar y enriquecer la comprensión clásica de las bendiciones estrechamente vinculada a una perspectiva litúrgica..."
La ley de Dios nos es piedra de tropiezo en nuestro pecado, ignorarla o cambiarla no es arriesgar perder la santidad; es literalmente perderla.
La ley de Dios nos es piedra de tropiezo en nuestro pecado, ignorarla o cambiarla no es arriesgar perder la santidad; es literalmente perderla.
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