Cerrando el Domingo...

Acabando de terminar de conversar con Cesar, un amigo de mi esposa, me quedo pensando en una anécdota sobre mi madre.

Mi viejita y yo estábamos en el super, cuando un señor se nos acercó y me pidio permiso para poder saludarla. Era un ex estudiante de ella. Nos contó como ese semestre mi madre le hizo dar un giro a su vida con su ejemplo de vida y sus consejos. Ahora era un exitoso doctor. Mi gordita siempre inicia sus clases exhortando a sus alumnos a ser mejores versiones de si mismo. A veces piensa que siembra en tierra arida... Ah sorpresa agradable ésta.

Ahora, luego de escuchar a Cesar, reflexiono en que si al final de mi vida la gente se pelea por cargar mi féretro, y si hay quienes pueden decir que SINCERAMENTE les fui y fui un hombre de bien, entonces he vivido debidamente.

No porque sea perfecto, sino que ese siempre sea GENUINAMENTE mi norte.

Comentarios

Entradas populares