"Cuál Sería La Ecuación?" ó, "De Nuevo con Sirácides/Eclesiástico 15,14-17"

Quiero que vengan a mi, pero no por obediencia ciega, por miedo, o por lo que tengo, o por lo que puedo hacer, sino porque me aman. Quizá lo anterior pueda ser el inicio del camino, pero al final debe ser por amor. Sino, no vale.

Debe ser libremente. Todos deben tener la oportunidad de ver, reflexionar y decidir, sin injerencia mia alguna.

La decisión implica una forma de vida, una forma de relacionarse con los demás, contigo, y conmigo. Eso conlleva sacrificio, disciplina, amor POR MI, POR TI Y POR TODOS.

No hacerlo (no amar) rompe el balance. Es el desamor el que lleva a la intolerancia, los trastornos, las guerras, los complejos, el crimen, la distorsión de la autopercepción, las injusticias, los traumas, la manipulación egoísta, la avaricia, el desprecio de la dignidad propia y del otro.

También puede que aparezca un impasse, o múltiples, que no sean fruto del mal presente, sino del pasado, o de la naturaleza. Si de verdad me amaran ellos no serían motivo de mas fraccionamiento, de mayores heridas.

Unos entienden temprano. Otros luego de varias crisis. Algunos, al final de una vida de yerros y heridas. Hay también quienes entienden mal, y no les interesa. Y hay quienes entienden muy bien, pero prefieren otras cosas.

Cómo garantizarle a TODO EL MUNDO, EN TODO MOMENTO, LA OPORTUNIDAD DE VENIR A MI, A PESAR DE DONDE ESTÉN Y LO QUE HAYAN HECHO (o lo que quieran hacer), y elegirme?

Ese es el Plan de Salvación. Dios lo lleva. 

Y yo pretendo descifrarlo?




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