Yesenia

El 2007 prueba ser un año difícil. No solamente por los retos que la economía nacional presenta a los de mi estrato social, sino también por mis propios proyectos, cuya realización planteará la superación de una serie de “obstaculos” en términos emocionales, profesionales y espirituales.

Para hablar de mis proyectos del 2007 tengo definitivamente que mencionar a Yesenia. Pero, quién es Yesenia? Qué es Yesenia? Cuándo, cómo y dónde es Yesenia?

De donde salió? Por qué no la había visto antes, si coincidimos en tantos lugares y corazones? No lo sé, pero se me han acabado las formas de dar gracias a Dios por ella.

Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que he hecho y vivido muchas cosas de las que podría arrepentirme, y de las que definitivamente no me siento orgulloso (nadie lo estaría). Cosas que me han transformado, mutándome en lo que soy ahora. Cosas que me han hecho perder el tiempo, que me han retrasado en mis empresas. Cuando me pregunto el “porqué” de estas vivencias, la respuesta es Yesenia.

Ella no ocupa mi mente las 23 horas, 56 minutos y 4 segundos del día. Es simplemente una tímida luz titilante en cada evento de la jornada. Un diminuto sello en forma de corazón estampado en mis cotidianidades, que a pesar de su tamaño, nunca, nunca pasa inadvertido.

En medio de la inmunda vulgaridad de este mundo, cuando la rabia está a punto de aflorar, la veo, y sonrío.
Me caso este año, si Dios lo permite, luego de más de tres años de noviazgo. Quién lo diría?

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